lunes, 21 de diciembre de 2009

Puro Almibar.

En estos días previos a la Navidad,todo se vuelve puro amor,puro dulce, puro almibar pegajoso.Muchas personas se sienten como santificadas y derraman su dulzura y benevolencia,sus mejores deseos a sus congéneres.Muchas,no digo todas.Siempre de algún lado te salta la liebre.Se adornan puertas y ventanas,balcones,con motívos alegóricos a estas festividades y se trata de esparcir la mayor cantidad de amor posible.Como en mi edificio,por ejemplo.
La mayoría de mis vecinos van a la iglesia los domingos,oyen misa,se confiesan,comulgan.Esto es muy loable.
Hace ya dos semanas iba yo a entrar en el ascensor con una amiga,para subir hasta mi apartamento,y entra también una de mis cuasi-beatas vecinas.Mi amiga le pregunta si al fin ha encontrado el loro que se le había perdido la semana anterior,y la vecina,con una gran seguridad dijo que no,que no se había perdido,sino que alguien se lo había robado mientras estábamos a oscuras,durante unas de las tantas veces que "se fué la luz".Y con ojos centelleantes por la santa ira que la embargaba,dijo "voy a poner a caminar en cuatro patas al que lo hizo".Vaya,resulta que tenemos una criolla y vernácula Circe en nuestro edificio.Inmediatamente luego de eso,dijo que "Dios le dará su merecido".Y entonces ¿en que quedamos?,¿será nuestra hechicera o será Dios que le dé el justo castigo al supuesto ladrón?.El domingo siguiente se fué de lo mas tranquila a la misa y supongo que ya con eso se santificó ante si misma.
Todo este preámbulo,es para contarles acerca del gran espíritu navideño que se ha adueñado de este querido edificio.
A una de las amables y cariñosas vecinas que me ha tocado en suerte,pues se le ocurrió hacer "un compartir".Vino a mi apartamento el domingo de hace una semana y pidió mi colaboración para el "compartir".Como para mi la palabra compartir tiene un significado muy preciso (en los diccionarios aparece),pues dí la contribución que me pidió,por qué no.También le ofrecí algunas otras cosas,como bandejas y cestas,por si acaso hacían falta para servir.Ella en persona se encargó de todo:encargó los panes de jamón,los fué a buscar,compró el pan para hacer un "sanduchon",que para quienes no estén familiarizados con esa palabreja,es un pan de molde (sandwich),cortado en rebanadas pero horizontalmente,el cual se rellena con lo que mas apetezca al que lo prepare.También compró personalmente las bolsitas para el "cotillón" que se le iba arepartir a los niños(as).Es decir,hizo de todo casi que solita,la pobre.Cuando el jueves pasado,día del "compartir",llegó a buscar las bandejas que yo la había ofrecido,le dije que posiblemente no iba a poder bajar,porque no me sentía muy bien como para hacerlo,pero que me devolviera las bandejas con algo y contestó que claro,por supuesto,me iba atraer de todo y especialmente de la tortilla española que hizo su prima para la ocasión y que estaba "divina",ya que ella había aprendido (la prima),a hacerlas en España y eran tan buenas,que se las vendía a sus vecinas del edificio donde vive.A mi me encanta la tortilla española.Total que como a las seis y algo de la tarde ma asomé por el balcón y vi que habían puesto las mesas y sillas.Bueno,de refilón,pues las habían instalado bajo el techo de entrada del edificio,y no es precisamente transparente.Total,me bañé a la hora acostumbrada,me preparé mi ensalada y cené igual que todas las noches.Justo cuando estaba terminando de comer,tocan el timbre:era mi vecina la griega,que me traía un plato con comida que ella había preparado,es decir,cero pan de jamón,tortilla ni nada.Me traía de su casa lo que ella a había preparado como contribución al famoso "compartir":compartió conmigo lo que había preparado.Al día siguiente,otra de las vecinas,me trajo de lo que había preparado para su familia:compartió su comida conmigo.Ya un poco tarde en la noche,la exquisita vecina había venido el día anterior a llevarse las bandejas prestadas,amén de otras cosas con las cuales yo había colaborado para el bellísimo y dulce,amistoso "compartir",vino a devolverme lo que presté.Cuando le pregunté si me había guardado algo de la deliciosa y fantástica tortilla,del pan de jamón,bellísimas galletas que supuestamente iba a hacer una de las jóvenes ,decoradas y todo y que a la final resultaron ser unas simples galleticas de última hora,me dijo con la cara mas lavada del mundo,que ¡ay!,todas las señoras se sentaron esperando que se les sirviera y ella en persona tuvo que picar y servir la famosísima tortilla,el exquisito pan de jamón y el "sanduchón",que "me quedó tan bello",que nadie lo quería picar para no estropearlo.Así que la pobre tuvo que llenar y repartir los platos.Y luego dijo que era una lástima el que yo no hubiera bajado porque la pasaron muy bien.(Olvidé poner que la vecina que al día siguiente me trajo de su comida,trajo un pedacito del "sanduchón",que aparentemente fué lo único que sobró).Después de probarlo,me pareció saber la razón de porqué había sobrado.Total,que si no hubiera sido por las dos vecinas que me trajeron de su propia casa algo de comer,pues ni me hubiera enterado de que había habido un "compartir".A pesar de mis sesenta y tantos años,como que soy un poco ingenua a veces.Pero para la próxima,ya sé que si no bajo a las reuniones,eso de compartir se queda solo en el aporte que dí,es decir,quien compartió lo suyo,que por cierto no me sobra, fuí yo.¡Ah! y el famoso "cotillón",me dá hasta pena dárselo a mi nieto,que no pudo venir,pero estaba incluido en la lista.Resultó el "cotillón" mas caro de mi vida y el mas pobre.Una verdadera verguenza:mas le gasto yo cada vez que salgo,que lo que pusieron en esa bolsita,que hasta un poco arrugada estaba. Para la próxima vez,no cuenten conmigo,porque el espíritu navideño,el amor,el pegoste de la almibarada Navidad,es solo un fraude,pues si para compartir tengo que estar presente,no me vuelvan a poner en sus listas de contribución para ninguna otra actividad de ese tipo.Y conste que no es el dinero lo que importa,sino la grosería y mala educación,la falta de memoria de quien partió y repartió lo que había en las mesas ,que quedaron "preciosas". Y encima de eso,te dicen que debías haber bajado,cuando se supone,digo supone porque no lo entienden,que mi fastioso problemita de salud me impide hacer muchas cosas. Por eso digo que la dulzura de la Navidad es un pegoste sin sentido,un hipocresía en algunas personas que creen que con ir a la iglesia y desearte una "Feliz Navidad",cumplieron su misión anual.Ya viene enero,así que,ya seguirá Circe convirtiendo en cerdos u otro animal a todo aquel que ose robarle un loro,amparado por oscuridad que nos toca a veces (ese es otro tema),o cualquier otra cosa que se le ocurra.